Distribuidores de alimentacion de hoy en día

Me crié en una familia humilde, no nos faltaba de nada pero tampoco nos sobraba, la verdad es que tuve una buena infancia, mis padres tenían una tienda de las que se llamaban de ultramarinos y allí pasábamos las tardes mi hermano Teo y yo aprendiendo el arte de despachar.

 

Antes no había un distribuidores de alimentacion que fuera con un catálogo para que pudieras elegir el producto que querías vender en tu pequeña tienda, antes había que ir a un gran almacén a comprar lo necesario para rellenar las estanterías de tu negocio, como mi padre no tenia coche íbamos en una motocicleta que tiraba de un pequeño carro metálico con dos ruedas que hacía de maletero para transportar las mercancías.

 

Recuerdo con mucho cariño las mañanas de sábado que pasábamos recorriendo los pasillos de aquel almacén buscando los productos adecuados. Si había algo que necesitábamos pero costaba veinte duros, lo dejábamos y buscábamos otro que costase menos.

 

Antes no había grades superficies dedicadas a las tiendas, no había supermercados como los de ahora, no había carnicerías ni pescaderías como las que puedes encontrar ahora en cualquier lugar, antes nos apañábamos con menos. En la actualidad si necesitas llenar el almacén con productos para la venta llamas al proveedores de alimentos que posiblemente ya ni se presente en tu negocio solo con decirle el producto que te interesa por teléfono o de manera online lo tienes al día siguiente y es que el avance de las tecnologías ha sido bueno para todo el mundo, para todos los sectores ya que se dispone de muchas más comodidades y lo que antes era una mañana entera buscando productos y comparando precios ahora en un puro trámite que puedes hacer desde la comodidad de tu negocio o de tu casa.

 

Es curioso cómo ha cambiado todo con los distribuidores de alimentacion: lo que antes era una familia humilde (y los que hayáis crecido en una de ellas como yo notareis las diferencias) una familia con un mínimo de cinco integrantes, con lo justito para subsistir, estas familias que compartían una gaseosa en la plaza del pueblo una vez al mes y los hijos se podían comer un chupa chups de vez en cuando, las familias humildes de ahora tienen teléfonos móviles y conexión a internet, algo que no me parece mal pero que no me cuadra con una situación de pobreza.